La Ouija es una herramienta dimensional que se conoce desde tiempos inmemoriales. Y, a pesar de que ha sido demonizada por muchos cultos y practicantes de la magia, no sin cierta razón, su uso admite diversas prácticas: desde el autoconocimiento hasta el contacto con entidades de Más Allá.
Lo primero y más importante es decir que la práctica de la ouija no es un juego de niños. Debéis tener siempre presente que esconde mucho más de lo que parece al principio y que se puede llegar a invocar fuerzas oscuras y poderosas aún sin querer y por ello hay que tener muy presente ciertas normas básicas que aseguren una sesión limpia y sin percances.
En primer lugar, desde los primeros usos de los tableros espirituales o ouijas, los practicantes se dieron cuenta de que era un espejo dimensional. ¿Qué quiere decir?
Que si se usa para comunicarse con uno mismo, nos devuelve nuestro reflejo en otro tiempo y dimensión, libres de las ataduras terrenales.
Pero si en cambio lo usamos para comunicarnos con otros entes espirituales, vamos a atraer aquello que más se parezca a nuestras propias vibraciones espirituales, de manera que si son bajas o mezquinas, se atraerá a un espíritu bajo y mezquino, y si las tienes altas y deprendidas, atraerás un espíritu alto y desprendido.
Y este es por tanto el verdadero peligro de la ouija: el contacto con seres de bajas vibraciones, como lo que se llamó en su tiempo espíritus burlones, pequeños demonios, malos espíritus, etc... puede ser muy destructivo espiritualmente para ti.
Preparativos para hacer una sesión de Ouija
Puedes hacerla por la mañana, tarde o noche, siempre tras haber creado un ambiente armonioso para que tus vibraciones espirituales estén lo más alto posible y atraer así a seres de luz.
Enciende un velón blanco ritualizado (mejor que una vela, tiene mayor estabilidad) como símbolo de claridad e iluminación espiritual, y como representación del elemento fuego o fuego transmutador y purificador, independientemente de que realices la sesión de día o de noche.
Resulta también muy útil encender incienso para purificar el entorno. Es especialmente efectivo el incienso de sándalo, olíbano, mirra o palo santo. El incienso, además de representar al elemento aire, es un gran purificador de ambientes, de manera que eliminará las malas vibraciones de la habitación donde esté.
Asimismo, y siempre cerca de la tabla ouija, debes colocar un gran recipiente o vaso con agua de lluvia y mucha sal, que actuará de como una especia de esponja espiritual, absorbiendo toda la carga negativa que pueda provenir de la sesión. De este modo también queda representado el elemento agua.
Finalmente, y como representación del elemento tierra, es bueno colocar alrededor de la tabla cuarzo blanco, turmalina, amatista y ojo de tigre.
Otra recomendación es situar cerca de la ouija una imagen de un ser de luz que te guste o de quien seas devoto. Hay muchos ejemplos, Jesús, Santos, maestros ascendidos, Buda, Ángeles o Arcángeles... También es bueno tener cerca lápiz y papel donde apuntar las preguntas y
las respuestas que se vayan obteniendo durante la sesión, para poder
analizarlas después o durante varios días sin que se nos olvide lo que
se nos dijo. Lo mejor sería realizar una especie de diario, en la que se ponga fecha y hora, entidad convocada, cuántos participantes había, si fue difícil contactar o no, etc.
En cuanto a la fase de la luna, es recomedable realizar las sesiones con la Luna Llena, y bajo ningún concepto durante la primera noche de Luna Nueva en la que no hay Luna. Tampoco puede hacerse durante la Semana Santa, y nunca a lo largo del Viernes Santo.
Y siempre se debe iniciar la sesión estando positivos y relajados. El miedo y el nerviosismo son vibraciones bajas que pueden alterar nuestra sesión.
Cómo iniciar la sesión
El inicio de la sesión de ouija va a condicionar el resto de la misma, por lo que es importante empezarla en un estado de tranquilidad y altas vibraciones, sin ironías, miedos o nerviosismos.
Una vez que ya está el ambiente y los materiales preparados, las sesiones deben realizarse con un mínimo de dos personas (así será más fiable). Tened en cuenta que no hay límite de individuos, mientras que entre todos se pueda poner la mano en el indicador sin problemas. No hay problema porque haya individuos mirando sin participar directamente, de hecho suele ser lo más normal, por ejemplo, en aquellas personas a las que se les ha encargado apuntar lo que se va diciendo.
Todos los que asisten a la sesión, tanto los no participantes como los participantes, deben cogerse de las manos y formar un círculo en torno a la tabla.
Después se cierran los ojos y se respira profundamente tres veces.
Se comienza a visualizar una burbuja de luz dorada que sale del indicador de la ouija, y se va visualizando cómo esa burbuja se va haciendo cada vez más y más grande, acogiendo en su interior primero la tabla, posteriormente a todos los integrantes de la sesión, y finalmente a toda la habitación donde se realiza.
A continuación se recomienda realizar una oración que a la mayoría os guste invocando a algún ser de luz para que proteja la sesión.
Ahora ya estamos perfectamente preparados para comenzar. Lo primero que se suele hacer es que todo el mundo ponga su dedo índice en el indicador (puede ser una plancheta, un vaso, una tapa, una moneda, etc.).
La Ouija se puede hacer con dos objetivos: escudriñar el espejo espiritual a la espera de que cualquier entidad conteste, o convocar la presencia espiritual de alguien en concreto con la finalidad de preguntarle.
En este punto se comienza con las preguntas que variarán en función del objetivo.
Si buscamos conectar con alguien en concreto, comenzaremos llamándole por su nombre de bautismo completo y pidiéndole que se manifieste. Al contrario, si no tenemos un objetivo claro, puede empezarse con la pregunta universal de "¿hay alguien ahí?" y esperar a que aparezca una respuesta.
Si la ouija se va a usar como espejo personal, simplemente hay que decir nuestro nombre de bautismo pidiéndole que hable con nosotros. Tened en cuenta que muchas veces, cuando se utiliza la ouija en este sentido, se crea una especie de ente común o afín a todos nosotros que resulta ser el "compendio" de toda nuestra sabiduría interna.
Desarrollo de la sesión
Una vez comenzada correctamente la sesión, todo dependerá del objetivo marcado para la misma.
Se debe ir haciendo una pregunta tras otra sin miedo. Se recomienda preguntar todo aquello que quede confuso, aunque las preguntas se salgan un poco de lo que estuviera planeado. Ahora vamos a darte algunos consejos que te pueden ayudar:
Lo más importante es que durante la sesión ningún sentimiento negativo se apodere de nosotros. Es mejor concluir la sesión (siempre siguiendo los pasos que luego veremos) antes de lo que teníamos pensado que seguir haciendo la consulta con miedo, enfado o aprehensión.
No se debe obligar nunca a nadie a realizar alguna pregunta que no quiera. Tampoco se puede obligar a ningún "ente" a que responda algo que se desea. Es habitual (especialmente sucede cuando se realiza la ouija como consulta espiritual) que algunos espíritus de alta vibración no deseen responder a alguna de nuestras preguntas, así que no debemos preocuparnos por ello y pasaremos a otras cuestiones.
IMPORTANTE: Nunca nos obsesionaremos con lo que se diga a través del tablero. Recordad que la ouija es un método de consulta que en ningún caso debe condicionar nuestra vida, sólo es un posible aporte.
No debes dar demasiada importancia a aquellos mensajes en los que se diga que somos una encarnación de alguien importante o famoso, alguien que va a salvar al mundo, que vas a morir en el plazo de unas horas o días, etc... Este tipo de mensajes los lanzan seres que buscan nuestra atención por algún motivo y buscan en la adulación o en el temor la manera de llegar a nosotros. Puede haber habido un fallo en el comienzo de la sesión y que hayamos invocado a un ente de baja vibración.
También debéis tener en cuenta que los espíritus elevados nunca obligan a nadie a realizar nada, simplemente te aconsejan cosas que puedes hacer. Así que jamás veremos palabras imperativas en ellos. Sólo consejos y debemos darles las gracias cada vez que nos den uno.
Si alguno de los participantes comienza a estar muy cansado se debe cortar inmediatamente, al igual de si alguno comienza a sentirse mareado, enfermo, etc... A veces podemos sentirnos un poco mareados si hemos conectado con un ser de una vibración mucho mayor a la nuestra, pero cuando el mareo se convierta en un malestar continuado o agudo se debe dejar la práctica de la sesión inmediatamente.
Por lo demás, se debe disfrutar de la sesión y tomar nota de lo que vaya surgiendo.
Cómo finalizar una sesión
Cuando consideremos que hemos acabado con todas las preguntas que teníamos, cuando empecemos a estar nerviosos o enfadados, o cuando el ente con el que nos estamos comunicando ya no nos quiere decir nada más, es el momento de cerrar la sesión.
Para ello, siempre hay que despedirse de la entidad con el que hemos estado hablando y darle las gracias por habernos contestado a nuestras preguntas. A continuación esperas a que el indicador se dirija en la tabla hacia la palabra "adiós" y cuando la ha marcado se retirarán los dedos del mismo.
Es imprescindible realizar este paso para que la entidad que ha viajado dimensionalmente sepa que ha llegado el momento de terminar y volver a donde estaba, de manera que no se quede atrapado por la casa esperando a terminar una sesión de ouija que a lo mejor terminó hace meses. Además de que despedirse es de gente bien educada y no queremos dar mala impresión a entes de otros planos!
Si el espíritu no contesta, no pasa nada. Siempre sin quitar los dedos de la plancheta, diremos "adiós" dos veces más, hasta haberlo dicho un total de tres veces y retiramos los dedos de la plancheta. Una vez hecho esto cerráis la burbuja que se formó al inicio de la sesión, uniendo las manos, dando gracias a nuestros guías protectores.
Qué hacer con la Ouija y dónde guardarla
Se puede guardar en cualquier lugar que nos apetezca, pero siempre recomendamos que no quede al alcance de los niños ya que la ouija no es un juego.
Recomendamos limpiar espiritualmente el tablero y la plancheta cada vez que acabemos una sesión. Al igual que para purificar el ambiente, es bueno purificar la ouija con el humo de incienso de sándalo, mirra, olíbano o palo santo y si el indicador es de cristal, sumergirlo en agua de lluvia con sal gorda durante tres días.
Así, nuestra tabla e indicador estarán siempre preparados para volver a ser usados sin que se haya quedado energía estancada en los mismos.
Para deshacerte de una Ouija
Lo mejor en estos casos es quemar el tablero. Si es imposible hacerlo debido al material del que esté hecha, se ha de buscar el modo de romperla. Si tampoco es posible, sumergiremos el tablero íntegramente en agua de lluvia con sal gorda durante 3 días y 3 noches completos. Sólo al cuarto día lo sacaremos y lo tiraremos a la basura, lo más alejado de nuestra casa y trabajo que sea posible.
Lo mismo haremos con la plancheta o indicador que hayamos usado para obtener los mensajes con el tablero.
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