En la noche del 30 de abril al 1 de mayo celebramos la Noche de Walpurgis (Walpurgisnacht), también conocida como La Noche de las Brujas.
Esta festividad recibe su nombre en honor a Santa Walpurgis (Valborg, Walpurga o Walburga). Cuenta la leyenda que Walpurgis, natural de Essex - Inglaterra, era hija del mítico rey san Ricardo el Sajón y de Winna, hermana de san Bonifacio, apóstol de Germania. La vocación de santidad llamó a Walpurgis, quién viajó a la Germania y se convirtió en monja en el convento de Heidenheim en la localidad de Württemberg. Tras su muerte, se le atribuyen a Walpurgis diversos milagros, siendo el principal un precioso óleo que ha continuado fluyendo de su cuerpo (especialmente de sus pechos). Este aceite demostró ser especialmente eficaz contra la Magia Negra y a partir de entonces se celebra el día de Walpurgis como la noche en la que las Brujas pueden practicar sus aquelarres antes de ser barridas por el amanecer del día de la Santa.
Sin embargo, y como con muchas otras tradiciones paganas o pre-cristianas, el origen de esta festividad procede de antiguas celebraciones paganas, en las que se adoraba e invocaba a los dioses de la fertilidad (Flora, Belenos, etc.) la noche del 30 de abril.
En esta fecha se celebra la transición de la primavera al verano. Los Romanos celebraban los Juegos Florales con una semana de juegos y ofrendas de flores en honor a Flora como antesala del mes en que honraban a sus antepasados (maiores); los pueblos Germanos la festividad de Beltane
en honor a Belenos, Dios del Fuego, prendiendo hogueras para renovar
con su humo los espíritus de los pueblos y a sus habitantes y mantener los malos espíritus alejados.
Y es que Mayo, al igual que sucede 6 meses antes con el Día de Todos los Santos, un mes en que en toda Europa y Asia se creía que los espíritus hacían sus incursiones entre los vivos. Es más, durante la Antigüedad y la Edad
Media, se exntiende la creencia de que casarse en mayo traía mala suerte a la pareja, se corría el riesgo de contraer matrimonio con
una aparecida, una bruja o con una mujer embrujada del Otro Mundo. ¿La razón? En mayo se honraba a la Diosa Celta Gaia, madre de todos y Diosa por excelencia de la fertilidad que, cuenta la leyenda, odiaba los matrimonios monógamos.
¡¡¡Bendiciones!!!
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