SAMAÍN - MAGOSTO - AÑO NUEVO CELTA I



SAMAÍN es uno de los 8 Sabbats wicca o festividades celtas que componen la RUEDA DEL AÑO CELTA, siendo la mayor celebración del año. Tiene más de 3.000 años de antigüedad.


Según la tradición los 4 sabbats menores proceden de las tradiciones céltico-germánicas, mientras que los "Sabbats Mayores" están basados en festivales céltico-gaélicos aunque todos tienen una raíz común.

Rueda del Año Celta
En la actualidad, la noche del 31 de Octubre al 1 de Noviembre celebramos el Sabbat Mayor de esta época, el Samhain o Samaín (conocido como MAGOSTO en nuestra tierra).

Realmente en la época celta la fecha venía dada por la luna. 13 lunas después de haberse iniciado la Rueda del Año, en la fase de lunación de la LUNA BALSÁMICA o luna menguante. La fecha más cercana al final de ese ciclo lunar marcaba el Samaín.
Samaín marca el fin de la Rueda del Año comenzando el nuevo año celta.

El calendario celta divide el año en dos mitades, la MITAD OSCURA comienza en el mes de Samonios (que se corresponde a la lunación comprendida entre octubre y noviembre) y la MITAD CLARA que comienza en el mes de GIAMONIOS (que se corresponde a la lunación comprendida entre abril y mayo).  Los meses comenzaban con la LUNA LLENA y la celebración del AÑO NUEVO CELTA tenía lugar durante las "TRES NOCHES DE SAMONIOS": o sea la luna llena más cercana entre el equinocio de otoño y el solsticio de invierno.
Las lunas llenas marcaban el punto medio de cada mitad del año celta, y en ellas se celebraban festivales o sabbats.

Samaín es el sabbat opuesto al sabbat BELTANE, en el círculo sagrado de la Rueda del Año se sitúa en el Nor-Oeste. Marca la finalización del año agrícola, se ha recogido toda la cosecha y los frutos que hayan podido quedar en los campos ya no les pertenecían siendo propiedad de Cailleach una vieja y fea hada.
Toda tarea del verano debía ser abandonada ya que el trato que tenían con la Madre Tierra vencía y no se renovaba hasta Imbolc. Los fríos daban paso a nuevas tareas y distintas obligaciones.

En esta época del año todos los grandes rebaños han regresado ya a casa. Durante estos días se celebran matanzas y sacrificios de animales para guardar su carne y poder alimentarse en la época fría y oscura. Estos primeros fríos del nuevo año son los idóneos parea la curación de embutidos y carnes. También se sacrificaban para consumir durante el invierno todos aquellos animales que se temiera no iban a resistir el frío o que no se pudieran alimentar.  La sangre de los sacrificios de las matanzas que se realizan en estos días sirve para agradecer a la Madre Tierra lo obtenido y los futuros logros que llegarán con el futuro fin de los fríos.

Banquete de Samaín alrededor del fuego ritualizador
Al igual que en Beltane (fiesta opuesta a Samaín) se encendían hogueras en las cimas de las montañas y colinas. Una vez sacrificado el ganado que necesitaban para avituallarse durante el invierno  (incluido el ganado pequeño que ellos pronosticaban que no sobreviviría a los frios), se llevaba el ganado restante a los rituales de las hogueras. Los DRUIDAS realizaban hogueras con ÁRBOLES SAGRADOS y plantas MÁGICAS . Este fuego mágico y su humo protegían y bendecían al ganado (de gran importancia y símbolo de riqueza para los Celtas)

Fuegos en las colinas - Samaín
Comenzaba entonces un gran BANQUETE alrededor de la hoguera. En algunas tribus celtas tenían la costumbre de reservar huecos entre los comensales para los fallecidos que quisieran unirse al banquete.
Después de la cena los celtas tiraban a la hoguera ofrendas y objetos que simbolizaban los deseos que pedían para el nuevo año y aquello que querían eliminar de sus vidas.
También se lanzaban a la hoguera los huesos de los animales sacrificados.
Se apagaban los fuegos de todas las viviendas. De la hoguera ceremonial principal cada familia encendía teas con las que encendían los fuegos de sus casas. Este nuevo fuego con el que se comenzaba el año era un símbolo de renacimiento y buen augurio.

Arriba es abajo y abajo es arriba - Se abren las puertas de SIDH (el Más Allá)


En este momento mágico se produce la unión entre los dos mundos, el de los vivos y el de los muertos.  Es una festividad en a que se recuerda a nuestros antepasados y familiares fallecidos. En esa noche, se abren las puertas del SIDH (Más Allá) y los muertos tienen autorización para caminar entre los vivos.  Los vivos pueden buscar la ayuda de los espíritus de sus difuntos.

Santa Compaña en Galicia
Por ello se encienden velas y candelas para darles la bienvenida. Se vaciaban NABOS Y CALABAZAS (la comida se utilizaba en los banquetes) y se introducian dentro las candelas encendidas  evitando que se apagaran con el viento o la lluvia.

Calabaza con fuego para dar la bienvenida a los espíritus

 Al abrirse las puertas del Más Allá entraban espíritus buenos y también espíritus malos. Para tener a los espíritus malos lejos de los hogares y tenerlos contentos, se les dejaba comida fuera durante tres noches. Sólo los espíritus podían comer esa comida. Esa tradición fue evolucionando hasta llegar a nuestros día convertida en ir casa por casa pidiendo dulces o castañas.  De igual manera se pintaban y disfrazaban para ahuyentar y asustar a los malos espíritus.



(Continúa en RITUALES PARA REALIZAR EL 31 DE OCTUBRE Y 1 DE NOVIEMBRE - AÑO NUEVO CELTA II )









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